Thursday, December 04, 2008

La verdad de un sueño que se convirtió en pesadilla

Todos tenemos sueños, unos más alegres que otros. Los hay que nos hacen sonreír en la mañana, ver la luz del sol con emoción y decir “Gracias”, otros que nos sacuden como un gran temblor. Pero finalmente son sueños, que a veces deseamos que se hagan realidad, o que de desvanezcan en ella.

Dice una canción de Silvio que una vez soñó con serpientes, yo también y ellas estaban por doquier, en la piscina, dentro del agua, fuera de ella, en el césped y querían devorarme. Otra vez soñé con aviones, con hombres y con rostros que me miraban y fue entonces cuando descubrí el tuyo entre la multitud, entre sonrisas y llantos.

Pero fue muy tarde cuando reconocí ese gesto, estabas ahí jugando al gato y al ratón, con tus manos agarrabas una flor y te comías uno a uno sus pétalos, examinabas cada palmo de mi cuerpo, ahogado en sudor, lleno de un frío estupor. Y que más podía ser, entre tanta gente me sentía sola, vacía. Quería camuflarme, perderme, olvidarme y tus ojos, inquisidores siempre, me hallaban.

Te acercaste prorrumpiendo algún hechizo, e hiciste que todos desaparecieran, las serpientes y los hombres. Me dejaste frente a ti, mi cuerpo temblaba de miedo y de felicidad, mis ojos se perdían en tu resplandor, tomaste mi mano y me condujiste por un largo pasillo, hasta desembocar en una gran cama, donde nuestros cuerpos se perdían. Y se perdió la noche, las estrellas, y éramos otra vez tu y yo, por un segundo.

Creo que eran las nueve cuando abrí los ojos, y desperté a la realidad: solo quedaba yo, sola y vacía, con muchos recuerdos de ti, con muchas ausencias de mí. ¿Y que más podía quedar si hasta tu rostro lo había olvidado?

Creo que fue un invierno frío cuando vi por primera vez la lluvia sacudir mis mejillas, cuando mis pies se sumergían en esa piscina llena de serpientes y de hombres, y por primera y última vez recordé mi sueño: necesitaba olvidarte de mis recuerdos, deseaba dormir eternamente para no encontrarte.

2 comments:

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Tu sabes mejor que nadie, que la decisión de despertar en la pesadilla fue tuya... Aprende a asumir la consecuencia de tus decisiones, para que no vuelvas a matar los sueños por razones insensatas.

Carolina Jiménez said...

no hay nada personal en esas palabras... espero que eso lo entiendas... se llama literatura... metáforas